KUSHTI
Kushti, es una lucha sagrada india, donde se mezcla el arte y la filosofía, mas allá del deporte o la contienda entre dos luchadores. De la misma manera que la práctica del yoga tiene un significado más allá de lo físico, la lucha kushti también tiene dimensiones espirituales, morales y éticas, incluso religiosas.
Es un estilo de vida que requiere la disciplina rigurosa de todas las artes marciales. Los luchadores en sus entrenamiento dedican sus cuerpos y almas a la práctica de kushti. Se les exige todo tipo de sacrificios tanto alimenticios como físicos y sexuales. Esta existencia espartana tiene como objetivo despertar un sentido elevado de sí mismo en el mundo.
Dentro de los gimnasios o akhara, sagrados como templos, donde hay un recinto de arena, los luchadores se reúnen cada día. Esta arena representa a la Madre Tierra y antes cada luchador cubre el cuerpo de su adversario con esta tierra. Durante las luchas los contrincantes se arrojarán pequeñas cantidades de tierra sobre sí mismos y entre ellos como una bendición.
Los practicantes más que luchadores son monjes que se esfuerzan físicamente pero también a nivel moral, espiritual y social. Desde el momento en que entran al akhara, el recinto sagrado, se desnudan y cubren sus cuerpos con arena, todos se vuelven iguales. Aquí, no hay castas. La jerarquía aquí se basa únicamente en la fuerza y las capacidades. Sin embargo, la fortaleza física no es el objetivo, sino más bien un medio para controlar los músculos y el alma, una forma de meditación.
Los rituales religiosos de preparación son tan importantes como la lucha en sí misma. Dentro y alrededor de la arena, la estatua del dios mono Hanuman, que representa la fuerza, al que se consagran los luchadores, sirve como objeto de letanías y oraciones diarias. La regla para ganar el combate es simple: los hombros y las caderas de tu oponente deben estar fijados al suelo.
Ninjutsu AMC - CMA
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